Existen patologías que deforman los pabellones auriculares, (microtia) así como también malformaciones congénitas como las orejas en asa, que requieren aplicaciones quirúrgicas que llevan a parámetros normales mediante cirugía plástica.
La otoplastia, también conocida como cirugía estética de orejas, es un procedimiento para cambiar la forma, posición o tamaño de las orejas.
Puede optar por una otoplastia si le molesta lo lejos que sobresalen las orejas de la cabeza. También puede considerar la otoplastia si su oreja o sus orejas están deformadas debido a una lesión o defecto de nacimiento.
La otoplastia se puede realizar a cualquier edad después de que las orejas hayan alcanzado su tamaño completo, generalmente después de los 5 años, hasta la edad adulta.
Si un niño nace con orejas prominentes y otros problemas relacionados con la forma de las orejas, la ferulización puede corregir estos problemas con éxito si se inicia inmediatamente después del nacimiento.
¿Por qué está hecho?
Podría considerar la otoplastia si:
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Tu oreja o tus orejas sobresalen demasiado de tu cabeza
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Tus orejas son grandes en proporción a tu cabeza
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No está satisfecho con una cirugía de oído anterior.
La otoplastia generalmente se realiza en ambos oídos para optimizar la simetría.
La otoplastia no cambiará la ubicación de sus oídos ni alterará su capacidad para oír.
Riesgos
La otoplastia, como cualquier otro tipo de cirugía mayor, tiene riesgos, incluido el riesgo de hemorragia, infección y una reacción adversa a la anestesia.
Otros riesgos asociados con la otoplastia incluyen:
- Cicatrices. Si bien las cicatrices son permanentes, es probable que estén ocultas detrás de las orejas o dentro de los pliegues de las orejas.
- Asimetría en la colocación de las orejas. Esto podría ocurrir como resultado de cambios durante el proceso de curación. Además, es posible que la cirugía no corrija con éxito la asimetría preexistente.
- Cambios en la sensación de la piel. Durante la otoplastia, el reposicionamiento de las orejas puede afectar temporalmente la sensación de la piel en el área. Rara vez, los cambios son permanentes.
- Reacción alérgica. Es posible tener una reacción alérgica a la cinta quirúrgica u otros materiales utilizados durante o después del procedimiento.
- Problemas con las puntadas. Los puntos de sutura que se utilizan para asegurar la nueva forma de la oreja pueden llegar hasta la superficie de la piel y es necesario retirarlos. Esto puede causar inflamación de la piel afectada. Como resultado, es posible que necesite una cirugía adicional.
- Sobrecorrección. La otoplastia puede crear contornos poco naturales que hacen que las orejas parezcan estar clavadas hacia atrás.